Oriunda de Limache, llego a Punta Arenas en 1950 junto a su marido Patrick y a su hija Vivian de solo meses de edad para formar su familia en esta ciudad, vivieron muchos años en Agua Fresca, donde crió a sus 6 hijos, Vivian (Q.E.P.D) Patricio (Q.E.P.D) Doris, Carlos, Silvia y Cristina, para luego venir a Punta Arenas a establecerse finalmente.
Fue voluntaria de Coanil por muchos años y Voluntaria de las Damas de Rojo por más de 25 años, donde trabajó hasta lo que mas pudo por su edad.
Era una mujer de carácter muy fuerte, pero a su vez muy cariñosa, carismática, elegante y simpática. Tenía amigos de todas las edades, se adaptaba a todo, era muy solidaria y dadivosa, cariñosa con sus nietos, y por sobre todo se destacaba por su alegría y siempre pensando en la felicidad de los demás.
Una mujer resilente que fue capaz de superar la partida de sus seres más queridos con entereza y aun así iluminaba cada lugar con su alegría y jovialidad.
Tuvo una vida plena con sus altos y bajos, pero la vivió feliz y gozó cada momento junto a los suyos.
Un gran abrazo para sus hijos y nietos por la partida de nuestra querida y recordada amiga Silvita, un ser de luz maravilloso. Descansa en paz amiga linda e iluminanos desde el cielo.