Llego muy joven de Puerto Montt, se trasladó a tierra del fuego y trabajó en el Hotel “Casa de Lata“, Cordón Baquedano. Unos años después se fue a trabajar a la Estancia “ROSITA” de propiedad de don Marcos Lausic, después trabajo con la Familia Lausic en Porvenir y más tarde se vino a trabajar a la casa de la Srta. Leocadia Fernández.
Siempre fue una persona muy querida y apreciada por la familia de la Sra. Anita Martic Radic.
Mi querida amiga Elba, hoy te fuiste al cielo, ganado lo tienes, eras una mujer buena, tierna y dulce. No tuviste hijos, pero entregaste mucho amor a quienes de niño cuidaste y atendiste. Fuiste una linda vecina por muchos años, jamás falto el jardín del edificio mientras estuviste, tú lo cuidabas y tus flores eran siempre las más lindas. Estabas feliz cuando te tome esta foto, servicial y siempre preocupada de todos, recuerdo como te emocionabas cuando ibas a tus onces con tus amigas croatas.
Te vi hasta que empezó esta pandemia que además te llevo hoy a tus 101 años, te recordare como la mejor, gracias por tu cariño sincero. Dejaste todo listo para tu partida desde hace muchos años, eras muy inteligente y previsora.
Con mucho dolor, no te podré acompañar, pero te llevare siempre en mi corazón. Elba descansa en paz. Vuela alto amiga linda.
Querida y recordada María Elba, Elbita desde que te conocimos en el Eleam al llevarte la Sagrada Comunión nos conquistaste con tu dulzura, ingenuidad y tu fidelidad a Dios. No olvidaremos tus rezos del PadeNuestro antes de recibir el Cuerpo de Cristo, tu respetuosa y cariñosa actitud para con nosotros; rezamos por tu Alma que con toda seguridad está siendo reconfortada y mirada con misericordia por nuestro Padre. Te ganaste sin duda el cielo desde siempre por ser como fuiste; nos bastó ese poco tiempo para admirarte por tu testimonio, paciencia y sencillez. Damos Gracias a Dios por haberte conocido.
Dr.Ramón Lobos V. y Equipo ELEAM Magallanes
Una mujer muy educada, amable en el trato, siempre agradecía lo que uno hacía por ella. Rezaba, bendecía a todos, siempre sonriente, cuando se notaba su deterioro cognitivo igual mantenía esa conducta. Era muy especial.
Cuando celebramos sus 100 años, estaba feliz, por que la maquillaron, se vistió especial y comer torta fue lo máximo para ella. No podía creer que tenia 100 años.