Siempre fuiste grande, un hombre muy trabajador, siempre sobresaliente en lo que hiciste en la vida de campo en Río Verde, en los Hoteles que trabajaste, en la construcción. Y en la vida nos enseñaste con el ejemplo del trabajo, que en la vida todo se puede, gran padre, gran abuelo y gran amigo de sus amigos. Por siempre te tendremos en nuestro corazón, te amaremos por siempre.
Gracias tatita por todo fuiste una gran persona, nos enseñaste lo bueno y malo de la vida, y que siempre debemos luchar por lo que queremos, me quedaré con las tardes de fútbol viendo a tú querida Universidad de Chile, y todas las enseñanzas entregadas, gracias por todo, un abrazo gigante al cielo… Te quiero mucho.