Fué un hombre de buen corazón, entregado a sus hijos y nietos, quienes eran su luz y fuerza de vida cada día. Hincha de la Unión Española, trabajó toda su vida, querido por todos sus colegas.
Papá gracias por amar a mis hijos más allá de lo normal, ellos te amarán siempre, dejaste una muy linda huella en ellos.
Siempre te querremos.
Ahora ya estás con el resto de la familia, disfruta y cuídanos desde el cielo. Nos harás mucha falta.
Con todo el amor de tu hija Maricé, nietos Matías, Sebastián y Sol y esposa Marilú.